lunes, 2 de febrero de 2015

Más tiempo que nunca

Cuesta ser capaz de plasmar en el pentagrama nuevas notas. Notas que permitan tocar melodías que ayuden a no escuchar la música de tus últimos años. De tu última vida. Notas que te recuerden que existías antes de pertenecer a esta orquesta. Que te recuerden que hacías música. De mucha peor calidad, pero al fin y al cabo, música.

Porque desde hace poco más de un mes sólo escucho las canciones que hemos tocado en estos últimos años. Es lo único que tengo y si no está eso, no tengo nada. Vacío. Si me quitan esas canciones, si ya no me dejan tocarlas, mi mundo se queda sin música.

Y me ahogo. Porque todo es ajeno a mí. Todo ha tomado distinto camino a mi realidad. Todo está demasiado lejos ahora y a mí me cuesta demasiado volver a comenzar. Quizá mi sitio esté junto al silencio. Observando todo, ajeno a la realidad. En ese mundo sin música. Y verteré algunas letras, para tener la sensación de seguir aquí. 

Aunque lo haré con dolor. Con mucho dolor, porque siempre pensé que mi sitio estaría junto a ti. Junto a vosotras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario